“Centro de Estudios Peronista: José Armando Gonzáles
Ateneo: Nelly A. Moscheni de Gonzáles
Fundado el 08 – 10 – 2.011”
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
2012
FUENTE: Wikipedia la enciclopedia libre, y fuente propia, sobre el Voto Femenino en Argentina por José A. Gonzáles.
HISTORIA DE LA CONMEMORACION DEL DIA DE LA MUJER
Incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La
tragedia se debió a la imposibilidad de salir del edificio incendiado y en llamas ya que los responsables de la fábrica de camisas habían cerrado todas las puertas de las escaleras y salidas, una práctica común para evitar robos y altercados.
[6] Muchas de las trabajadoras que no pudieron escapar del edificio en llamas saltaron desde los pisos octavo, noveno y décimo a las calles.
El
desastre en la fábrica textil de Triangle Shitwaist obligó a importantes cambios legislativos en las
normas de seguridad y salud laborales e industriales y fue el detonante de la creación del importante
Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles (
International Ladies' Garment Workers' Union) que lucha por mejorar las
condiciones laborales de las trabajadoras textiles.
Véase también
Referencias
6. ↑ Lifflander, Matthew L. "The Tragedy That Changed New York" New York Archives (Summer 2011)
Bibliografía
- 1962 - Stein, Leon, The Triangle Fire, ISBN 0-8014-8714-5M Cornell University Press,
- 2003 - Von Drehle, David, Triangle: The Fire That Changed America, ISBN 0-87113-874-3, Atlantic Monthly Press, New York.
- 2002 - Auch, Mary Jane, Ashes of Roses ISBN 0-8050-6686-1, Henry Holt Books for Young Readers.
- 2001 - Chernoff, Alan, Remembering the Triangle Fire 100 years later. CNN/Money (March 25, 2011)
- 2011 - Sosinsky, Leigh, The New York City Triangle Factory Fire. Charleston, South Carolina: Arcadia Publishing, ISBN 978-0-7385-7403-5
- 2006 - Weber, Katharine, Triangle, ISBN 978-0-374-28142-7, Farrar, Straus and Giroux.
Enlaces externos
En inglés
Articulos (en inglés)
Memoriales y centenario (en inglés)
VOTO FEMENINO
SINTESIS de la HISTORIA DE LOS DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER EN ARGENTINA. Por José A. Gonzáles.
Muchas Mujeres en la Argentina lucharon por conseguir los derechos políticos, en 1854 Doña JUANA PAULA MANSO inició la lucha por la emancipación femenina en nuestro país, pero va a ser recién en 1946 cuando EVA PERON tomó la idea de otorgarles a las mujeres el derecho cívico igual que los hombres.
En 1910 se celebra en Buenos Aires el 1º Congreso Internacional Femenino, iniciando entonces la mujer una lucha por sus derechos cívicos, políticos, económicos y otros derechos.
En 1927 en San Juan, se otorga el voto provincial a la mujer. Desde la época de Sarmiento, la mujer sanjuanina participa en las elecciones municipales, en una suerte de sufragio calificado o censitario, puesto que en dichas elecciones votaban los propietarios empadronados como contribuyentes comunales.
A partir de 1943 uno de los grandes anhelos de Perón es darle participación a la mujer en todo el quehacer nacional y abanderada de esa aspiración, será Evita, quien quedará para la historia de nuestro país como la líder de esta conquista.
En el año 1919, se presentó en el país el primer Proyecto de ley dando derechos cívicos de la mujer, que hasta 1942, es decir durante 23 años, se presentaron 20 proyectos a nuestras cámaras sin lograr aprobar ninguno.
El proyecto de 1919 se tituló Sufragio de las Mujeres, que representó un avance para aquel momento histórico, y en él se proponía: que los argentinos varones que hubieran cumplido la edad de 18 años y las argentinas mujeres que hubieran cumplido 22 años, podían gozar de los derechos políticos de acuerdo a la Constitución y las leyes.
Otro proyecto de 1922 decía: las mujeres de 20 años diplomadas en universidades, liceos, escuelas especiales, tienen todos los derechos políticos acordados a los ciudadanos.
En 1932 tuvieron entrada 2 proyectos de ley igual que también fueron rechazados.
En 1935 3 proyectos, también rechazados.
En 1938 2 proyectos más rechazados.
En 1940 otros 2 proyectos rechazados.
En Junio de 1946, Perón dirá en el Congreso: la creciente intervención de la mujer en las actividades sociales, económicas, culturales, y de toda índole, la han acreditado para ocupar un destacado lugar en la acción cívica y política del país. Su incorporación a nuestra actividad política, con todos los derechos que hoy sólo se reconocen a los varones, será un indiscutible factor de perfeccionamientos de las costumbres cívicas.
Fue Eva Perón quien toma en sus manos esta lucha por le voto femenino con la pasión que siempre tuvo para lograr sus objetivos. (leer los discursos semanales que daba Evita por Radio Telefonía).
El 21 de agosto de 1946, la Cámara de Senadores trató el proyecto del voto femenino que ha de ser aprobado por unanimidad y convertido en Ley 13.010, el 09 de septiembre de 1947.
El 23 de septiembre de 1947 se promulgó la ley 13.010 que otorgó el voto a todas las mujeres del país. En esta época la República Argentina contaba con 14 provincias y 10 gobernaciones.
En la tarde del día 09 de septiembre de 1947 desde la casa de gobierno Evita habló a las mujeres de su Patria diciendo: Mujeres de mi Patria: recibo en estos instantes de manos del gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos y la recibo ante vosotras, con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas la mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria. Aquí está, hermanas mías, resumido en la letra apretada de pocos artículos, una larga e histórica lucha, tropiezos y esperanzas. Por ello hay en ella crispaciones de indignación, sombras de ocasos y esto último, que traducen la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional, sólo ha sido posible en el ambiente de justicia y de recuperación de la Patria que estimula e inspira la obra del gobierno del Gral. Perón, líder del Pueblo argentino. El voto que hemos conquistado es una herramienta nueva en nuestras manos, pero nuestras manos no son nuevas en las luchas, en el trabajo, y en el milagro repetido de la creación. Fecundamos la tierra con el sudor de nuestra frente y dignificamos con nuestro trabajo la fábrica y el taller. Somos las mujeres misioneras de la paz. Los sacrificios y las luchas sólo se han logrado multiplicando nuestra fe. Alcemos todas juntas esa fe e iluminemos con ella, el sendero de nuestro destino. Es un destino grande, apasionado y feliz. Tenemos que conquistarlo así. Tres bases insobornables, inconmovibles: una ilimitada confianza en Dios y en su infinita justicia; una Patria incomparable a quien amar con pasión, y un líder que el destino moldeó para enfrentar victoriosamente los problemas de la época: el Gral. Perón. Con él y con el voto contribuiremos a la perfección de la democracia argentina.
Seguidamente Perón, hace llegar su mensaje diciendo: Ciudadanas y Ciudadanos. La Ley que reconoce los derechos cívicos de la mujer, modifica un estado de cosas que representaba en nuestro medio un anacronismo político. Reconoce que no habíamos cumplido integralmente nuestra condición y estos derechos que asisten a la mujer igual que al hombre, tardíamente reconocidos, vienen a llenar un vacío que la nacionalidad exigía desde hace mucho tiempo. Recordamos que en los viejos tiempos de la Esparta gloriosa, los hombres morían por sus mujeres, recordemos que en nuestra historia la mujer luchó desde los cimientos de la nacionalidad al lado de sus hombres en los primeros combates de la Independencia; y que ha sido a lo largo de toda la historia argentina compañera inseparable del hombre; que luchó y murió a su lado por los ideales de la causa que él defendía. Resabio de incultura e incivilización, propio de pueblos primitivos, vive en la mente de algunos hombres, para quienes la cultura no ha representado sino un beneficio material. Son esos resabios los que han permitido llegar hasta el año 1947 con la mujer relegada a un lugar secundario en la vida de este pueblo, cuando ella debe de ser la formadora de la nacionalidad, ya que es la primera maestra del niño desde su cuna misma. Es allí, en la misma cuna, donde comienza a enseñarle al hombre que debe de ser honrado, virtuoso y patriota. Cómo negar a ella para intervenir en las grandes decisiones cuando representa el comienzo de la vida, puesto que abre los ojos de sus hijos y cierra los ojos de sus padres: cómo negarle el derecho a ella que se desenvuelve toda su vida teniendo por norma la abnegación y el sacrificio. No es posible que la mujer, que vive sacrificada, que vive con abnegación, no tenga derecho a compartir con el hombre las decisiones que nos conciernen a todos en la vida de la Nación.
Ahora no olvidemos que con esos derechos nacen deberes. Cada mujer debe de pensar que en nuestra tierra es obligación dar hijos sanos y formar hombres virtuosos, que sepan sacrificarse y luchar por los verdaderos intereses de la Nación. Cada mujer debe pensar que sus obligaciones han aumentado porque el Estado, al otorgarle derechos, tiene paralelamente la necesidad de exigir que toda madre sea una maestra para sus hijos; que en su casa construya un altar de virtud y respeto; que intervenga en la vida pública defendiendo esa célula de la sociedad que es, precisamente, el hogar que ha de ser sagrado. Cada mujer debe saber que mientras el hombre gasta sus energías, para alimentar el hogar, ella debe constituir el alma que infunda el respeto y la verdad, que es la suprema de las condiciones humanas. Dado que las mujeres que intervendrán en la vida pública, han de representar un modelo de esfuerzo que complete la acción de los hombres para que en esta bendita tierra argentina, podamos construir una sociedad que se afirme en los cimientos de la verdad. Los nuevos valores espirituales que la mujer incorpora al torrente de la sangre nacional han de vivificarla haciendo que nos perfeccionemos para llevar la Patria hacia los más grandes destinos, objetivo que desde ya cada uno de nosotros debe formarse la firme convicción de alcanzarlos.-
Finalmente el reconocimiento de la totalidad de los derechos civiles, sociales y políticos de las Mujeres Argentinas, fue consagrado expresamente por primera vez en la Constitución Nacional de 1.949, sancionada y promulgada por el Peronismo. Para luego ser descaradamente derogada por un bando militar de facto de la autodenominada Revolución Livertadora.
A todas nuestras Compañeras Peronistas y a todas las Mujeres que trabajan por un mundo mejor, más justo y más humano, vaya nuestro especial saludo en este,
Día Internacional de la Mujer de 2012.
José Armando y Alejandra Gonzáles