PALABRAS PRONUNCIADAS por el COMPAÑERO JOSE ARMANDO GONZALES EN LA INAUGURACION DE LOS CURSOS DE ADOCTRINAMIENTO DE LA FUNDACION JUAN DOMINGO PERON
SAN JUAN, Noviembre de 1999.-
En primer lugar quisiera agradecer la alta responsabilidad, que nos entrega la “FUNDACION JUAN PERON”, a un grupo de compañeros, que tendremos la tarea de ir formando el alma colectiva del Movimiento Nacional Justicialista. Transmitiéndoles el pensamiento genuino y auténtico de sus dos fuentes únicas: Perón y Eva Perón.
La Escuela les dará la técnica suficiente para poder conducir, cuya base fundamental radica en nuestra Doctrina, porque ella contiene todos los principios de nuestra conducta, todas nuestras teorías y formas de ejecución.
Conociéndoles, comprendiéndolas y sintiéndola, tendrá cada uno en sus manos el bastón de mariscal, la cuestión, es que sepa, con ese bastón, indicar la dirección correcta que debemos seguir; porque en Conducción no hay marcha atrás, el conductor que se equivoca termina ese mismo día, es la parte ingrata de la conducción, pero también tiene la alegría del triunfo, cuando aplica correctamente nuestra doctrina.
La Escuela enseñará a no separarse nunca de nuestras banderas fundamentales: la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política; detrás siempre de nuestros objetivos máximos: la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Nación, no deteniéndose jamás porque lo permanente es la doctrina, los hombres somos circunstanciales.
También pretendemos ayudar a formar el horizonte directivo del Movimiento Justicialista, con los conocimientos y sabiduría más una prudencia que nos ayude a controlar esa sabiduría, para cuando nos toque decidir tengamos en cuenta nuestra doctrina, decidir como alma del movimiento.
Como todos sabemos existe un determinismo histórico, que empuja la evolución y nuestra doctrina debe acompañar esa evolución, actualizando todas sus formas de ejecución, a las reales conveniencias de la Nación; y no a los intereses mezquinos de hombres o grupos pequeños mal intencionados, porque el movimiento justicialista debe girar siempre como un sistema planetario, alrededor de un sol que para nosotros es la Justicia Social.
Yo invito a todos nuestros alumnos a que fijen en su mente y en sus corazones nuestra Doctrina, que no renuncien jamás a intervenir en los destinos del País, porque eso sería suicida, y que todos los argentinos seamos responsables del destino común; pero que en la realización de esa grandeza nacional, la vanguardia sean los justicialistas, porque ellos son las raíces del pueblo de la Patria.-