“Centro de Estudios Peronista: José Armando Gonzáles
Ateneo: Nelly A. Moscheni de Gonzáles
Fundado el 08 – 10 – 2.011”
MAESTRIA EN DERECHO ADMINISTRATIVO DE LA ECONOMIA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
UNIVERSIDAD CATOLICA DE CUYO
INFORME
POLITICA ECONOMICA Y DERECHO ADMINISTRATIVO
Profesor: Dr. LUIS SARMIENTO GARCIA
Maestrando: Dra. Alejandra E. Gonzáles Moscheni.
D E S O B E D I E N C I A F I S C A L
PROFETIZACION DE LA CURVA DE LAFER ?
Introducción:
El miércoles 31/5/2000 en la movilización nacional convocada por la CGT disidente liderada por Moyano, luego de múltiples y reiteradas críticas tanto a las últimas medidas de ajuste del gobierno nacional como a las recomendaciones del FMI, el sindicalista sorprendió al país, con su convocatoria a la “DESOBEDIENCIA FISCAL”. Esta es sin duda una manifestación violenta, pero aquí nos preguntaremos qué la generó?
Nuestra economía frente a las crisis - Orígenes de la violencia económica.
La economía argentina, ha sorteado no sin dificultades, las diversas crisis provocadas en el mundo globalizado a las que no es extraña. Comienza la serie, la crisis Mejicana de 1994, sigue la Asiática de 1997, luego la Rusa de 1998 y finalmente la Brasilera de 1999.
En todas esas oportunidades, el punto de apoyo fundamental, fue la Convertibilidad Argentina dispuesta por Ley 23.928 política monetaria ésta que se compadece con una clara política fiscal y tributaria tendiente a mantener el equilibrio, o a restablecerlo en algunos casos, pero siempre conservando el rumbo de una economía abierta de mercado.
Todas aquellas crisis dejaron huella en nuestra economía emergente. A la última se suma una fuerte recesión que se profundiza con sus secuelas de notable retraimiento del consumo interno, aumento del desempleo, cierre de fuentes de trabajo, adquiriendo los caracteres de depresión, dada la directa influencia de la economía carioca en la nuestra, por los compromisos MERCOSUR.
En ese marco asume el nuevo gobierno del Dr. Fernando De la Rúa, sitiado por desalentadores indicadores macroeconómicos. Dispone como primera medida de fondo la Reforma Laboral, que luego de intensas discusiones es aprobada por Ley, flexibilizando aún más el mercado laboral ya extenuado por la flexibilidad de hecho, que le da un mercado saturado de mano de obra calificada y barata. Esto sin contar con la inmensa masa de trabajadores activos no calificados para un empleo estable y bien remunerado.
En este punto cabe señalar, que las leyes de flexibilización y PYMES (24.013, 24.465) junto al régimen de créditos y financiación (24.467) sancionadas en el régimen Menem, no pudieron cumplir con la finalidad que las hizo ver la luz, cual era generación de mayor empleo, registración de empleo en negro entre otras buenas intenciones. Esas sólo sirvieron en la práctica para que las empresas en su gran mayoría, utilizaran los subsidios del Estado relativos a contribuciones y aportes patronales, para refinanciar sus pasivos, y por otra parte utilizaron las veinte nuevas figuras de contratos promovidos (llamados contratos basuras), inversamente del propósito proyectado, que era incorporar trabajadores y al término de las relaciones promovidas incluirlos en sus planteles estables. Así precarizaron el mercado laboral, convirtiendo relaciones estables de la L.C.T. (Ley de Contrato de Trabajo), mediante renuncias coercitivas a sus trabajadores mas antiguos, para mantenerlos en sus plantas con algún tipo de esos contratos, y luego renovarlos indefinidamente (dada la falta de controles) o bien despedirlos sin ningún tipo de indemnización.
Así gran parte de nuestro empresariado ignorante, siguió cómodamente su actitud de trasladar costos y pérdidas a los consumidores y a sus propios trabajadores. Es la única manera en que muchos han demostrado que entienden la competitividad empresaria.
Qué diría Deming con sus 14 puntos de calidad total (total quality managment) que tienen esencialmente que ver con la participación y cuidado del elemento humano de la empresa, su constante capacitación y participación consciente tanto en el mismo proceso productivo como en los cambios y reformas que se revalúan periódicamente. Ese cuidado de la calidad no sólo del producto sino de la estabilidad del trabajador, fue entendido por Japón, que “secuestró” a Deming para aconsejar a sus empresas.
Esto confirma el adagio que de buenas itenciones está empedrado el camino del infierno, así como que nuestro país aún adolece de la fantasía de creer que la realidad se modifica según la letra de una ley y no por las conductas de sus ciudadanos.
El panorama mundial:
El fin de la historia y el último hombre de Fukuyama, que contempla enajenado de felicidad la caída del muro de Berlín y el desmembramiento comunista, ni siquiera es un ensayo original, sino que resulta copia de uno de los comentaristas de Heguel (Alexander Jezel). Asidos de un materialismo deificado, tanto capitalistas como comunistas, nos hablaron hace mas de un siglo de la evolución dialéctica de la historia. Desde una perspectiva económica de la historia e histórica de la economía, ambos sujetan el devenir humano a fuerzas naturales irracionales, donde el quehacer del hombre no tiene nada más que hacer, que soportar las condiciones de esa evolución dialéctica.
Pero he allí mismo la paradoja, sobre la misma base (materialista y atea) y desde extremos antitéticos, se disputaron ideológicamente el triunfo de una u otra postura. El mundo fue por el sendero de la historia real. Cierto es que habrá que reconocerle a la democracia liberal y el capitalismo anejo que se sobrepuso (no carente de prepotencia, guerras y ocupaciones) a cada uno de los retos históricos: 1º el comunismo, que apareció como un fenómeno anacrónico y marginal. Anacrónico porque surge justo frente a la expansión creciente y casi universal de la democracia liberal, y marginal, justamente, por la universalización de los principios de aquélla. Se sobrepone luego al fascismo; y ha logrado advertir los nuevos retos que se le presentan a fines de este siglo XX como los nacionalismos xenofóbicos, el Fundamentalismo oriental, las luchas religiosas, las luchas revolucionarias, etc. Pero no cayo en cuenta que su contrincante predijo su autodestrucción, al decir que el capital devora al capital, que el capitalismo genera sus propios sepultureros, porque la acumulación de capital es un proceso creciente, que culmina en una concentración a escala global.
El ensayista Lester Turrow, en “La Guerra del Siglo XXI”, nos habla de que las disputas de hegemonías internacionales se plantearán en el plano económico, identificando 3 bloques de envergadura: E.U., la U.E y Japón y desarrolla toda una teoría de estrategias económico – políticas. No está muy alejado de la realidad. La guerra del próximo siglo, será económica, pero la ganará la política.
La historia nos enseña que el destino de los imperios de todo tipo (Grecia, Roma, Inglaterra, Francia, Holanda, España, etc) ha sido siempre el mismo, sucumbir. Y han sucumbido por su arbitrariedad, por haberle quitado libertad al hombre, por haber atropellado las leyes del universo, por haberse apropiado de lo ajeno. Será que como lo dijo el Dr. Pablo Ramella en “La Internacional Católica” (hace mas de 50 años) marchamos hacia un nuevo orden económico internacional. Tal vez el mundo pueda aun preparar los cambios, sin tener que sufrir una nueva herida, sin nuevas guerras, sin contemplar más miserias como la vergüenza que ostenta silente la descolonización prematura africana. Es tiempo más que de dómines y vigilantes, de profetas y de apóstoles.
Politica impositiva del Estado:
Dice un apotegma aceptado por muchos que “el capital debe estar al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social”, es decir que si la economía como ciencia que aplica recursos escasos a la satisfacción de fines múltiples, no logra darle satisfacción al ser humano, a la dignidad del hombre, no cumple su cometido primigenio de medio para la supervivencia.
Entonces, las medidas contra las que reacciona tan violentamente el sector sindical, llamando a la desobediencia fiscal, realmente, no benefician a nadie .... Si nos atenemos a la economía clásica, podríamos decir que en lugar del gran ajuste, mayores impuestos, precarización de las relaciones laborales, rebajas de salarios, baja del gasto público, que ha dispuesto el gobierno, ante la recesión y la depresión reinante, debería haber dispuesto una política fiscal expansiva, con baja de impuestos o ampliación de la base contribuyente, aumento o mantenimiento del gasto público, con lo que se beneficiaría el consumo privado y se reactivaría el circuito económico aumentando la producción y el empleo.
No se vea ingenuidad en el llamado a la desobediencia fiscal de Moyano, los trabajadores saben, porque lo sufren a diario, que se cumplirá la ley enunciada por Lafer, es decir que un país puede aumentar su presión tributaria hasta un punto ideal, pero luego de él los impuestos no se pagan más, no por desobediencia, sino por imposibilidad real.
Diálogo institucional - la gran vía:
No creo, en conciencia, que los hombres del trabajo pretendan promover un golpe de estado económico, pero la violencia, sólo genera más violencia. Si se le quitan derechos elementales a los que menos tienen, si los ciudadanos seguimos contemplando con impotencia que la impunidad está garantida para los deudores de cánones de concesiones, los grandes evasores, los corruptos que se enriquecen en el ejercicio de la función pública, que los mecanismos de control del Estado no funcionan para los privilegiados, estamos en los umbrales del desquicio social.
Nuestra sociedad adolece de una crisis de autenticidad que se suma a la crisis económica propia y global, en ese marco, el nuevo gobierno haría mejor en intentar la vía del diálogo institucional, del consenso social, de comenzar las grandes discusiones para lograr esbozar políticas de Estado de una buena vez.
La paz es el resultado de la justicia, no es un anhelo, es un bien que se consigue con fe, con trabajo arduo y con grandeza, quiera Dios que encontremos el camino donde cada argentino de bien pueda aportar lo mejor de si, para sentir que se realiza en una comunidad que se realiza.-
DRA. ALEJANDRA E. GONZALES MOSCHENI
SAN JUAN, 07 de junio de 2000.-